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IUNMa - Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos "Madres de Plaza de Mayo"

El Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo es una institución universitaria nacional creada por Ley N° 26.995 (promulgada 7 de noviembre de 2014), como unidad funcional del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Se constituyó sobre la base de la ex Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, integrando la experiencia pedagógica y oferta académica de dicha institución. El Estado nacional recogió así una de las creaciones de las Madres de Plaza de Mayo, con su ejemplo de compromiso y lucha por la Justicia. Como Instituto Universitario, su área disciplinar se circunscribe a un campo disciplinario, en un todo de acuerdo con el artículo 27° de la Ley N° 24.521. Dicho campo es el de los Derechos Humanos, brindando formación académica y profesional con esa orientación. El Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo está plenamente comprometido con la excelencia académica, la inclusión social, la creación colectiva de un conocimiento socialmente útil para la resolución de problemas que aquejan al pueblo, y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos en el marco del régimen democrático de la República Argentina.

 

La Universidad de las Madres: comida sí, libros también

Por Demetrio Iramain

 

Inauguracion UPMPM

 

El jueves 6 de abril del año 2000, bajo una lluvia descomunal que impide realizar el acto inaugural en plena calle, una verdadera multitud se apretuja en las escaleras, los pasillos y las aulas de la primera sede de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, una vivienda refaccionada para la ocasión, lindante con la Casa de las Madres, sobre la calle Hipólito Yrigoyen 1442.

La flamante sede había sido adquirida por la Asociación con el dinero reunido en los festivales de rock realizados tres años antes en solidaridad con ellas y apoyo a su lucha, en el que participaron las mejores bandas de entonces. El acto se desarrolla en el Aula Magna, que las Madres bautizan SAAM, en homenaje a las mujeres holandesas que colaboraron con la organización desde sus primeros momentos, en plena dictadura. Entre los asistentes, se encuentran profesores y autoridades universitarias de Chile, Salamanca, Cuba y la patagónica Universidad Nacional del Comahue.

Pero ese nacimiento tiene un recorrido previo y una fundamentación política que es preciso conocer, para comprender su actualidad y proyectar su futuro.

Mientras el país se hunde en el hambre, el atraso y el oscurantismo neoliberal que modifican en forma regresiva las condiciones sociales de existencia durante los años noventa, las Madres de Plaza de Mayo sostienen que las urgentes luchas que deben ser libradas contra el poderoso enemigo del pueblo no pueden prescindir de un arma clave: la del conocimiento.

Uno de los objetivos fue que los jóvenes se comprometan y se interesen por la política.

Para las Madres, el estudio y la formación no deben estar escindidos de la lucha por la fuente de trabajo, el plato de comida o el fin de la impunidad para los genocidas de la dictadura. Al tiempo que las Madres enfrentan las urgencias cotidianas impuestas por el saqueo de riquezas y la entrega del país al capital transnacional, se proponen iniciar un diálogo persistente, fructífero y sin mediaciones, con los sectores juveniles. Son los años del “fin de la historia”, la “muerte de las ideologías” y la crisis del sujeto, con su cuota de posmodernidad neoliberal, sálvese quien pueda, y hasta fin del trabajo.

¿El objetivo de las Madres? Lograr que los jóvenes se interesen por la política, comprometerlos con la revolución y constituirse como el puente intergeneracional entre sus hijos e hijas victimizados por la dictadura, y las nuevas generaciones.

Como parte de ese desafío se inscribe la realización de los festivales de “Rock para contar”, celebrados en la Plaza de Mayo el 24 de marzo de 1996, en la cancha de Ferrocarril Oeste en octubre de 1997, y en el estadio de Rosario Central, el 24 de marzo de 1998. Fito Páez, Todos Tus Muertos, Actitud María Marta, Los Fabulosos Cadillacs, La Renga, Los Piojos, Molotov, León Gieco, Las Pelotas, Divididos, entre tantísimos otros músicos y artistas, participan de los recitales y facilitan ese encuentro con la juventud.

Formar cuadros

Promediando el año 1996, las Madres son invitadas por el Movimiento Sin Tierra de Brasil a uno de sus campamentos en el sur del país, en el estado de Rio Grande do Sul. Las Madres Hebe de Bonafini y Marta de Badillo comparten en el campamento la forma de vida de los campesinos, el esfuerzo por la organización y, esencialmente, el empeño en la formación política y cultural de sus militantes. Para el MST, la Escuela de Cuadros ocupa un lugar estratégico en el diseño y la composición del campamento.

En julio del mismo año, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en armas contra el mal gobierno de México desde el 1º de enero de 1994, realiza en el estado de Chiapas el Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo. Las Madres viajan a la Selva Lacandona por segunda vez, tras un encuentro que el Subcomandante Marcos, Hebe de Bonafini y Juana de Pargament habían mantenido meses antes en pleno Aguascalientes, durante una madrugada.

Con lo recaudado en los recitales de rock las Madres adquirieron la casa contigua a su sede.

En el Encuentro internacional la delegación de Madres es presidida por su vicepresidenta, Mercedes de Meroño, quien lleva un breve documento resuelto por la Comisión Directiva de la Asociación, en el que propone “construir nuestras propias Universidades y Escuelas libres. Hacemos un llamado a todos los médicos, maestros y profesores del mundo para que donen seminarios, cátedras u horas de atención como forma concreta de solidaridad para Lacandona”. Las Madres tienen claro su nuevo proyecto. Y se dan a la tarea de llevarlo a cabo.

La juventud y la formación política se sintetizan, finalmente, en una propuesta concreta: con lo recaudado en los recitales de rock las Madres adquieren la casa contigua a su sede, y comienzan a elaborar junto a un grupo de jóvenes militantes que las acompañan desde hace algunos años, un espacio propio de cultura y política, cuyo objetivo es contribuir a la conversión de los jóvenes en “buenos cuadros políticos”.

Librería y espacio cultural

El 29 de abril de 1999, cinco jóvenes que por entonces promediaban los 25 años de edad (Demetrio Iramain, Mariela Rossi, Elisa Epstein, Luis Iramain y Fernando Aschkar) inauguran junto a las Madres, la “Librería de las Madres y Café Literario Osvaldo Bayer”, en un amplio local ubicado al pie de la vieja Casa de las Madres, en Hipólito Yrigoyen 1440.

 

Inauguración Librería Madres

 

La Librería se especializa en “textos políticos, de derechos humanos, poesía y literatura comprometidas”. Desde luego, las utilidades del emprendimiento son destinadas a total beneficio de las Madres y ayudan a solventar sus múltiples actividades, que no tienen ningún apoyo oficial, sino, más bien, todo lo contrario. A la inauguración de la Librería asisten el poeta Hamlet Lima Quintana y el historiador Osvaldo Bayer. La actividad tiene un cierre musical con León Gieco, Ignacio Copani y Jorge Marziali. Antes, las Madres leen sus propios textos poéticos reunidos en el libro “Con el corazón en la escritura”, que compila las creaciones literarias producidas en un taller realizado años antes, bajo la coordinación del escritor Leopoldo Brizuela.

Para las Madres, el espacio estará “abierto al arte y la cultura como otra forma de lucha política”. El emprendimiento, iniciado en abril de 1999, para el mes de agosto es un definitivo éxito. Tanto, que un grupo de intelectuales de primer orden, entusiasmados con la novedosa propuesta político-cultural surgida de una organización como Madres de Plaza de Mayo, ofrece realizar un ciclo de charlas, denominado “Seminario de Análisis Crítico de la Realidad Argentina. 1983-1999”. El ciclo es el anticipo de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.

El Seminario, que se dicta todos los sábados con inscripción paga previa, desborda de asistentes y constituye un punto de encuentro para numerosos intelectuales que desde sus campos del saber específicos combaten al neoliberalismo, pero desconectados unos de los otros. La propuesta académica invita a pensar la posdictadura, a través del análisis de la política, la cultura, la filosofía, los movimientos sociales, la economía y el arte, y constituye una experiencia única para la época.

Osvaldo Bayer y Horacio González coordinaron algunas de las primeras carreras de la Universidad.

En septiembre, apenas un mes después de comenzado el Seminario que seguirá realizándose hasta fin de año, el diario Página/12 comienza a publicar a modo de dossier los textos de cada una de las clases. Osvaldo Bayer, Eduardo Pavlovsky, Horacio González, Eduardo Gruner, León Rozitchner, Nicolás Casullo, Inés Vázquez, Luis Felipe Noé, Lita Stantic, David viñas, Enrique Marí, Eduardo Barcesat, Rubén Dri, Ricardo Piglia, Jaime Fucks, Alfredo Moffat, León Ferrari, entre otros intelectuales y artistas solidarios, se suceden sábado a sábado en el Seminario, que es coordinado por Vicente Zito Lema.

Durante todo el verano del año 2000, mientras avanzan las obras para acondicionar la sede donde funcionará la Universidad, se desarrollan seminarios abiertos, que analizan desde el plan económico de la Alianza hasta la violencia en los estadios de fútbol. En simultáneo al avance del verano comienzan las inscripciones para las cinco carreras iniciales: Arte, coordinada por Raúl Serrano; Investigación Periodística, por Horacio González; Derechos Humanos, por Osvaldo Bayer; Psicología Social, por un grupo de egresados de la escuela de Pichon-Rivière, y Economía Política y Social, por Jaime Fucks.

El plan académico contempla que todos los estudiantes, independientemente de la carrera que elijan, cursen las materias “Historia de las Madres de Plaza de Mayo y “Formación Política”. Además de las carreras de grado, aunque todavía sin título oficial, la oferta incluye seminarios anuales como “Educación Popular”; “Literatura y Política”; “Lectura de El Capital de Marx”, y variados talleres de arte como Cine Documental, Fotografía y Arte Callejero.

“Esta Universidad será la cosa más hermosa, el sueño más grande. Es el camino increíble para la revolución que soñaron nuestros hijos. A ellos les costó la vida, pero no les quitó los sueños, no nos quitó las esperanzas y no nos quitó a nosotras la posibilidad de ser sus orgullosas Madres”, dice Hebe en el acto inaugural, aquel 6 de abril del año 2000. Y concluye: “La Universidad nació grande como nuestros hijos, hermosa y libre, absolutamente libre, como nacieron ellos, y hoy y aquí le cortamos el cordón y se la entregamos a ustedes”.

Cortar el cordón

Esa entrega desinteresada y generosa, ese emocionante corte de cordón umbilical, llega hasta nuestros días. Tras la incorporación de nuevas carreras de grado, como Trabajo Social y Abogacía, el siguiente paso institucional tardará 14 años en ser dado. Será la institucionalización del proyecto formativo, anunciado en el cierre del ciclo lectivo 2013 de la Universidad Popular: su conversión en el Instituto Nacional de Derechos Humanos “Madres de Plaza de Mayo”, cuya ley de creación lleva el número 26.995 y fue promulgada el 10 de noviembre de 2014.

El gobierno de Mauricio Macri situó a las Madres como enemigo público e intervino el Instituto.

El derrotero del IUNMa, sin embargo, fue complejo y contradictorio, debido a que la mayor parte de su recorrido institucional se realizó bajo el gobierno encabezado por Mauricio Macri, quien a través de su ministro Germán Garavano situó a las Madres como enemigo público, intervino el Instituto y frustró mediante el interventor Javier Buján el sentido del IUNMa, su fundamentación histórica y su razón de ser política-cultural.

En efecto, el interventor Buján dedicó sus esfuerzos institucionales a vaciar de contenido el Instituto y, so pretexto de su función -de facto- al frente de él, expropiar el Archivo Histórico de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que las Madres defendieron exitosamente con sus propios cuerpos, al igual que la sede originaria de la Universidad Popular, que también lo es de la Casa de las Madres.

Ansiamos que el retorno del Estado de Derecho a la Argentina a partir del 10 de diciembre pasado y el comienzo de un periodo de reconstrucción institucional en nuestra Patria, también lleguen al IUNMa. En tal sentido, son valorables las primeras señales, que comenzaron con la designación, el pasado 3 de abril, en el cargo de rector Normalizador del Instituto, de Rodrigo Codino, y el saludable anuncio de un nuevo proyecto de ley, que eleve el rango del IUNMa al de Universidad Nacional “Madres de Plaza de Mayo”.

Ese cambio en la nomenclatura del Instituto no será meramente formal, sino que blindará a la casa de altos estudios parida por las Madres de Plaza de Mayo de los ataques que puedan hacerle gobiernos negacionistas y enemigos de los intereses populares. El proyecto de ley dotará a la Universidad de mayores grados de autonomía académica, funcional y presupuestaria, tal como lo contempla la ley de Educación Superior.

Es de esperar que ese nuevo salto cualitativo permita, ahora sí, honrar la rica y singularísima experiencia de lucha de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, para que pueda ser objeto de estudio y, esencialmente, motivo de orgullo e inspiración para las próximas luchas populares argentinas.

 

Fuente: contraeditorial.com